Daniel Dimeco, hombre de letras; autor de teatro, cuentos y novelas por los que ha conseguido diferentes premios y al que recientemente le ha sido otorgado el Premio «Ciudad de Badajoz» por su novela «El mapa de las viudas», se reunió con José Martret y Alberto Puraenvidia para hablar de todo lo que está sucediendo en La CASA de la PORTERA.

Dimeco escribió en su día una maravillosa crítica sobre la función que inauguró La CASA de la PORTERA: «Iván-off» dirigida por José Martret y que podéis leer si seguís el siguiente link:

«Iván-off» o la vida como cárcel»

A continuación os dejamos un extracto de la entrevista:

José Martret y Alberto Puraenvidia: “Esto ha superado totalmente lo que habíamos soñado en un principio”

Ocurrió antes de que el otoño abriera las compuertas de los cielos y sobre Madrid se abatiera esta sucesión de lluvias y borrascas, que han convertido la ciudad en alguien temeroso, desorientado y desconcertado ante el baño frío y constante que recibe cada día. Entonces, todavía con un anticiclón mediante, me acerqué hasta La Casa de la Portera para entrevistar a sus responsables. Lucía un menguante sol, tímido de carácter, pero que aún conseguía abrillantar los empedrados de las callejuelas del barrio de La Latina, como recuerdos del verano.

Resulta un tanto curioso pulsar el botón de un timbre para acceder a un teatro, pero parece ser que Madrid, siguiendo la estela de muchos teatros alternativos de Buenos Aires, ha empezado a ver en esta práctica tan sencilla una salida interesante a la escasez de espacios escénicos en tiempos de economía esquiva, revistiendo con un toque chic la ceremonia teatral, otorgándole una mirada diferente y un tanto in que siempre atrae. La prueba está en que el mismo día que hago la entrevista, Jon Kortajarena escribió en su twitter: “Os recomiendo una obra d teatro q vi ayer en Madrid y m encantó: Ivan-Off! en @lacasadelaporte. Una propuesta valiente.”

Espero en el portal de la portera, donde seguro que antiguamente había un felpudo de esparto, hasta que me abre Alberto Puraenvidia, un hombre alto, sonriente y de voz grave, como de locutor radial, el responsable de la decoración de La Casa de la Portera. Pocos minutos más tarde, llega José Martret: “Persona o COSA conceptuada como singular excepción de una regla CUALQUIERA. Director de Ivan-Off y uno de los creadores de La CASA de la PORTERA”,según su propia presentación en Twitter. Martret habla más y con más nervio que Puraenvidia, más reposado y, de apariencia, tímido.

Tengo la sensación de que están cumpliendo un sueño.

JOSÉ MARTRET.- Madre mía… (Risas nerviosas de ambos). Esto ha superado totalmente lo que habíamos soñado en un principio. Nosotros queríamos hacer una obra para un grupo reducido de personas y que saliera entusiasmado y contento de haber visto algo muy exclusivo, algo para veinticinco espectadores. Considerábamos que era la oportunidad de ver una obra de Anton Chéjov a dos palmos del actor, cuando siempre se monta tan lejos y en grandes escenarios. Pensábamos y soñábamos que podía gustar, pero… no imaginamos que la cosa podía llegar hasta este nivel de repercusión.

O sea que está siendo una verdadera sorpresa.

ALBERTO PURAENVIDIA.- Sí, la verdad es que está siendo una verdadera sorpresa, porque nosotros teníamos la esperanza de poder aguantar un tiempo, de que vinieran a vernos los familiares de unos y los amigos de otros, ya que somos muchos los que estamos en este proyecto, calculábamos permanecer un par de meses en escena.

JM. ¡Y ya vamos por la segunda temporada!

¿Usted alquiló esta casa para rodar un corto con Eduardo Casanova y decidieron continuar con Iván-Off?

AP.- Sí. A partir del corto que grabamos con Eduardo Casanova pensé que sería interesante tener un espacio como taller donde trabajar y que estuviera debajo de casa, yo vivo aquí arriba. Y un día vino José Martret y me dijo: “Me apetece montar un Chéjov, ¿te apuntas?” (Ríe). Le dije que podíamos mirarlo, estudiarlo un poco y… casi no lo pensamos, porque nos pusimos directamente a trabajar.

JM. La idea nos entusiasmó a los dos inmediatamente. Además, la casa no tenía nada que ver con lo que es ahora porque para el corto con Eduardo Casanova la decoración era monocromática, en varias tonalidades de grises, pero intuimos que a este espacio no había que dejarlo pasar, no lo podíamos perder. Estábamos muy cansados de movernos con proyectos de un lado para otro y de que las respuestas fueran “no” y de darnos contra un muro… Alberto siempre había sido el director de arte de mis trabajos anteriores y le propuse hacer Ivanov. Teniendo en cuenta las características de esta casa, decidí escribir la versión de la obra pensando en las dos habitaciones que hay: una habitación es el estudio de la casa de Iván y la otra el salón de los Leyva, los vecinos. En vez de cambiar la escenografía delante de los espectadores decidimos que la solución era mover a la gente de un sitio a otro, ellos serían los que tenían que cambiar. Alberto empezó a decorar la casa desde la puerta hasta las habitaciones como si fueran las de esta gente y así dimos los pasos iniciales…

Cuando invitan a los espectadores a que pasen de una habitación a otra se produce un breve desconcierto inicial que, inmediatamente, se transforma en ganas de conocer la propuesta.

JM.- No sabíamos qué pasaría con eso. La actriz que hace mover al público entre el primero y el segundo acto, Maribel Luis, la señora Leyva, dice: “por favor, que el cumpleaños de mi hija se celebra aquí al lado, vengan…”. Durante los ensayos, antes del estreno, intentábamos putearla un poco, entre comillas, preguntándole cosas como: “¿tengo que llevar la ropa?” o “pero yo no quiero ir, aquí estoy cómodo”. Lo hacíamos para que ella tuviera en cuenta las posibles reacciones del público. En los meses que llevamos con la obra, la gente se levanta y se mueve por el espacio encantada, nadie se ha quejado. De hecho, algunas veces nos han preguntado si no hay una tercera habitación adonde ir.

Es una señal positiva que ustedes hayan decidido llevar adelante este emprendimiento en tiempos difíciles. Que los proyectos trasciendan la queja.

JM.- Dicen que el ingenio se agudiza cuando hay crisis y nosotros creo que conseguimos sorprender al público cuando viene a La Casa de la Portera. Nos hemos arriesgado en algo que nos apasiona y creo que la gente lo valora aún más. Es evidente que el riesgo que hemos corrido ha sido mucho más grande que si hubiéramos montado todo esto cuando en España se estaba bien de dinero y posibilidades.

¿Cómo fue el día que abrieron las puertas del teatro por primera vez?

AP.- Íbamos muy pillados de tiempo porque se nos juntó que acabábamos de terminar los preparativos con el estreno. Hicimos previas y el estreno se extendió durante tres días, debido a que la sala es pequeña, a la vez que terminábamos de perfilar los detalles…

JM.- Prácticamente, no tenemos consciencia de ese momento… Estrenamos cuando pudimos y de un modo bastante inconsciente después de dos meses de trabajo intenso con los actores, de lunes a viernes. Alberto trabajaba en la decoración del espacio los fines de semana. Entonces, aquel día, cuando empezó a llegar la gente, yo no estaba preocupado por la casa sino por la obra… (Risas). Y la sorpresa fue que en esos tres primeros días de estreno de los que habla Alberto aquí se sentó gente como el señor Josep María Flotats, un dios del teatro, y María Adánez que, además de su faceta televisiva, lleva muchísimos años en el teatro. Y mucha gente más de la profesión que vino a vernos. Flotats se rió casi toda la función, desde el acto primero al cuarto se lo pasó bomba, y luego se quedó a darnos la enhorabuena a cada uno de los actores, a Alberto y a mí… ¡Para entonces ya estábamos absolutamente superados! Así arrancamos y no hemos parado…

Para leer la entrevista completa sigue el siguiente link:

José Martret y Alberto Puraenvidia: «Esto ha superado totalmente lo que habíamos soñado en un principio». Daniel Dimeco.

IVÁN-OFF (de Miércoles a Domingo).

Miércoles: 21h

Jueves y viernes: 20:30h

Sábado: 18h y 21h

Domingo: 17:30h y 20:30h

Duración del espectáculo: 2 horas.

Teléfono de reservas 649397571 (de 11h a 14h y de 17h a 20h)