Pues sí, los chicos de Factoría de arte y desarrollo vinieron a uno de los estrenos de IVÁN-OFF y han opinado en su blog sobre todo lo que vieron en «La casa de la portera«:

La casa de la portera, de Antón Chejov.

«Si  en 1904 hubiera existido La Casa de la Portera, Antón Chejov habría optado por trasladarse a ella, en el número 24 la calle Abades de Madrid, en lugar de marchar a Niza a reponerse de una tuberculosis que, contagiada por sus pacientes, acabó quitándole la vida.
Instalado en esa portería, en el bajo derecha, se hubiera acomodado en la sala interior, y con un vaso de vodka en la mano habría comenzado a imaginar los personajes de Ivanov, la obra de teatro que había escrito siete años atrás.

Por delante de sus atentas narices habrían desfilado Javier DelgadoMaría SalamaGermán Torres y Cristina Alarcón para contar la historia de manera fiel. Como realmente la había imaginado y escrito. Hubiera aplaudido con entusiasmo las apariciones de David González, por mordaces, ocurrentes o chispeantes y se hubiera apostado –dando tumbos- en el quicio de la puerta, para evitar queRoberto Correcher, la encarnación de sí mismo, hubiera tenido la oportunidad de volver a resaltar lo honrado de su comportamiento. Quizá habría alborotado la enagua bajo la falda de Rocío Calvo, llevado por los efectos del alcohol al principio del segundo acto.

Habría encendido un cigarrillo y se lo habría dedicado a Maribel Luis viéndola evolucionar con su derroche de ese rancio saber estar, mientras cada uno desgranaba lenta y deliciosamente los pormenores del fracaso de Raúl Tejón, protagonista de la historia y antagonista de sí mismo.

Hoy, en esa casa, podemos ver la magistral interpretación de este elenco que, comandados por José Martret, derrochan talento e implicación en este montaje coral y generoso.
La Casa de la Portera, regentada por Martret y Alberto Puraenvidia, se configura así como un nuevo concepto de espacio, donde más que espectadores, los asistentes pasan a ser pieza clave en la historia que se ofrece.

Un acierto de establecimiento para el espectáculo escénico, un acierto de montaje y una brillante puesta en escena que, de haber existido en 1904 quizá hubiera frenado la mortal enfermedad de este médico que escribía obras de teatro sobre su vida y la de los que le rodeaban.»

Para visitar su página pinchad en el siguiente link:

Factoria de arte y desarrollo.

Muchas gracias por ese pedazo de comentario.